9 trucos de liderazgo en la Antigua Roma
Tú nombras a un gobernador, luego ves su carruaje y su equipaje desaparecer por la colina tras una nube de polvo y eso fue todo... Por lo tanto, no se trataba de nombrar a un hombre que no estuviera plenamente capacitado, o no del todo a la altura: sabías que todo dependía de que él fuera el mejor hombre para ese trabajo. Así que pusiste un gran cuidado en seleccionarle, pero además te aseguraste de que él sabía todo acerca de Roma y de cómo funcionaba el gobierno romano y su ejército antes de salir a gobernar su provincia".
Imagínate eso. De alguna manera los romanos fueron capaces de manejar a empleados remotos sin la totalidad de los medios descritos cuándo el texto anterior fue publicado en 1982, así como los actuales Skype, mensajes de texto, redes sociales, iPhones, y toda una serie de otras tecnologías.
Cuando se trata de la gestión de empleados lejanos, ¿qué podemos aprender de los antiguos romanos? Aquí hay 10 consejos eternos:
1. Gestión por resultados
Muchos gerentes tradicionales están acostumbrados a la gestión de las actividades por observación y no necesariamente por resultados. Una vez más, - esto no es un nuevo concepto - el gurú de la gestión Peter Ducker escribió sobre esto en los años 1950 en su libro. Por desgracia, sus ideas fueron arruinadas por los consultores de gestión que se volvieron " MBO " en su lío burocrático de "Dirección por Objetivos".
2. Un propósito común con metas y sistema de valores
Cada empleado debe estar claramente alineado en el propósito de la organización, con metas y valores compartidos. Una vez que el por qué y el qué son claros, los empleados deben poder ejercer el juicio y la creatividad en la forma de hacer las cosas.
3. Contratar buenos empleados
Una vez contratados, entonces hay que entrenarlos para que logren hacer bien su trabajo. Los directivos no tienen que ser tutelados, supervisados, revisados ni microadministrados, y no deberían tener que rellenar informes de actividad diarios y semanales. Los directivos prosperan si tienen autonomía y sus jefes le demuestran confianza.
4. Ponerse de acuerdo sobre los límites
Con la tecnología actual es importante que los gerentes y los empleados discutan y acuerden cuando está bien y cuando no es correcto ponerse en contacto entre sí. Para algunos, la espera podría ser " 24/7". O bien, puede ser que sea "de lunes a viernes en el horario de las 08.00 h."
9 trucos de liderazgo en la Antigua Roma
5. Establecer contactos regulares con los gerentes.
Es buena idea saber la importancia de mantener un horario regular de reuniones con cada uno de los subordinados. Con los empleados lejanos, es aún más crítico no perderse una de estas reuniones. A diferencia de los empleados cercanos, que están obligados a ejecutar sus reuniones en la propia sede, los empleados remotos no tienen esa ventaja (o desventaja, dependiendo de cómo se mire).
6. El desarrollo del equipo
Además de contratar a buenos empleados, los grandes gerentes tienen que comprender los beneficios de la creación de grandes equipos. Asegúrate de que todos los empleados remotos se incluyen en las reuniones de equipo virtuales (aquí es donde tenemos una ventaja sobre los romanos). Recuerda tomarte dos a tres veces más tiempo para prepararte una reunión virtual eficaz. Finalmente, tener por lo menos una reunión por año del equipo cara a cara. Sí, es caro, pero vale la pena la inversión en la construcción de relaciones y de trabajo en equipo.
7. Comentarios
Asegúrate de que tus empleados remotos están recibiendo información periódica, no sólo del director, sino de los clientes y miembros del equipo.
8. Mantenerlos conectados entre si
Conecta a tus empleados remotos con otros miembros del equipo para colaborar en proyectos. Además de promover la interdependencia y el entrenamiento conjunto, las metas compartidas dan a los empleados remotos una oportunidad para generar confianza y relaciones con los miembros de tu equipo, y proporciona una oportunidad para la charla coloquial.
9. Tecnología
Estoy pensando que si los romanos hubieran tenido acceso a Skype probablemente les habría encantado. Si bien la tecnología no es la respuesta o un sustituto de todos los puntos anteriores, puede ayudar siempre que se utilice para mejorar las comunicaciones, no para espiar y hacer microgestión.
Fuente: Dan McCarthy, director de los Programas de Desarrollo Ejecutivo en la Universidad de New Hampshire. |